Atizad las brasas
Mis manos
agrietadas
sueñan
Alzad la voz hermanas con manos de
costurera
agarrad los mazos y destruid, acabad
con los muros
que como espejos os acunan desde el
destete heredado
Utilizad la fuerza de cada alfiler
clavado
desahogando la ira en un acerico
ingenuo
a golpe de martillo
Irradiad poder en la belleza palabra
tras palabra
palabra tras palabra
Grabad con los buriles versos en las
fachadas
llenando las teteras de ideas explosivas
Unid cada pespunte para bordar poemas
abrazadas
El brasero a mis
pies
me reverencia
Un llanto me
reclama
es la vida
mientras dentro
un grito quedo
se diluye
Compruebo los
postigos
bien cerrados
¿Quién es peor
juez
la envidia
o la costumbre?
Llaman a la
puerta
ya viene
Rebeca Benefod
En Noviembre
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